Hay mujeres que dicen que no se divorcian por sus hijos, porque dicen que ellos necesitan tener una familia o una figura masculina, lo que no saben es que pueden hacerles más daño al prolongar una relación que no funciona y que puede implicar violencia.
Así que si te sientes identificada con este tema, quédate conmigo al término de la nota, juntas descubriremos lo que realmente hay detrás del distanciamiento entre padres.
Y bueno, para comenzar me gustaría aclararte que los padres podemos dejar de ser pareja en el momento en que alguno de los dos sienta que el vínculo por el que se unió, se rompió, pero la responsabilidad paternal no, esa va más allá, esa va a permanecer de por vida. Sin embargo, parece ser que para muchos padres es difícil comprender esto, ya que va de la mano con la idea que nos inculcaron desde tiempos remotos y digo remotos, porque ya no es lo que se vive hoy.
Antes nuestros padres nos decían que si nos casábamos era para toda la vida, porque la familia se cuidaba, porque los niños necesitaban a sus padres, porque ¿qué va a decir la sociedad?. Hoy en día tenemos voz y decimos ¿por qué no divorciarme?
Y no es que uno sea rebelde, tenga desinterés en la consolidación de una familia o sea diferente. La realidad es que estamos expuestos a una vida llena de inseguridad, violencia, tabúes, bullying, relaciones tóxicas y sobre todo, presiones sociales bastantes fuertes que son razones suficientes para evitar arrastrar con la idea de que hay que soportar una relación sólo porque los hijos necesitan sentir una convivencia con sus padres.
En palabras de la terapeuta y periodista Rocio López “no se trata de mantener una relación de pareja a toda costa, ni de separarnos haciendo una apología de la separación, sino de entender que lo que daña y lo que beneficia no es el molde de la relación, sino la gestión de la misma.”
Por otro lado, si a lo que temes es que el niño desarrolle traumas por la separación de sus padres, déjame decirte que te estás equivocando de pensamiento. Eso va a depender de cómo viva su proceso y los momentos que provoquen hacerlo sentir bien o mal.
En el proceso de tu divorcio existe la posibilidad de que el pequeño se sienta tranquilo y feliz, pues si le explican las razones, entenderá que una ruptura se puede vivir de manera respetuosa y cariñosa o bien, como una habilidad para resolver los problemas que no todos los seres humanos tienen.
Así que si sientes problemas por terminar tu relación, te aconsejo que comiences a ser sincera contigo misma, sobre todo en los momentos difíciles. A cualquiera le queda claro que separarse no es nada fácil, pero una excusa sustentada en terceros no puede ser el bienestar de los hijos.
Mujeres y Familia 