¡Mis amores!
Debemos ser conscientes de que todas las figuras familiares a las que nuestros hijos están expuestos en su crianza, van a formar una parte significativa en este proceso, y en su vida. Por eso les quiero hablar del papel que juegan las abuelas.
El papel de las abuelas suele ser relacionado con mucho amor y pocos límites, lo cual es razonable, cuando tenemos en cuenta de que ellas no son las mamás de los nietos y por eso no sienten la necesidad de establecer limites a los niños, sin embargo, movidas por el amor que sienten por sus nietos, en ocasiones suelen consentirlos, incluso de más, esto puede convertirse en un problema.
Pero es cierto que el hecho de contar con las abuelitas, es de bastante ayuda, pues ellas tienen más experiencia y nosotras siempre debemos estar con la disposición de aprender, aunque debemos establecer algunos límites que les explicaré a continuación:
Cuando se exceden
Es ventajoso que ellas sean las cuidadoras, pues es alguien de confianza, y hay que decirlo: no los maltratan.
Sin embargo, deben establecerse límites, pues por la experiencia y la autoridad, se sienten con la potestad de participar en la crianza de los nietos.
Los especialistas aconsejan que el hijo o la hija, según sea el caso, hable con la mamá y, diplomáticamente le pida acoger las normas establecidas por la pareja para la crianza. Es ideal que siempre este papel lo ejerza el hijo y no la nuera o el yerno.
Es también aconsejable que los padres pasen tiempo con sus hijos, para no delegar demasiadas funciones y decisiones en ella. Una manera de lograrlo es estar pendiente a lo largo del día. Es clave llamarlos varias veces desde la oficina y compartir tiempo a la llegada a casa.
Otro consejo para los padres es ser considerados con la abuela, pues a veces a estas mujeres se les recargan tantas obligaciones, impropias para su edad, que terminan fatigadas y enfermas, con problemas físicos como mareos, decaimiento, dificultad para respirar, cansancio o caídas frecuentes, entre otros.
No sobrecargues a las abuelas
Aunque su ayuda es fundamental, también debe tenérseles consideración, pues ya no está en sus manos el papel de la crianza. Las abuelas no deben tomar grandes decisiones, ni encargarse de aspectos de la crianza que les corresponde a los padres.
Es posible que la abuela no se queje y cuide de los nietos con diligencia, pero aparecerán manifestaciones físicas y emocionales que reflejen su cansancio. Es difícil diagnosticarlo, precisamente porque ellas quieren participar de las actividades con sus nietos.
La mejoría se ve inmediatamente se le libera a ella de estas circunstancias, se busca un equilibrio entre las responsabilidades y sus capacidades.
¿Qué opinan ustedes al respecto, mis amores?