¡Mis amores!
Durante el embarazo, todo el cuerpo de la mujer se pone al servicio de la nueva vida. Las madres cedemos a nuestros bebés entre 25 y 30 gramos de calcio destinados a la mineralización del esqueleto del feto. Por eso, durante este periodo es necesario aumentar la ingesta de este mineral, esto no sólo es para un buen desarrollo del bebé, sino también para evitar a futuro, una descalcificación de los propios huesos y dientes.
Si no se obtiene suficiente calcio a través de la dieta, durante este periodo, el calcio que el bebé necesita será adquirido directamente de los huesos de la madre, con más posibilidades de producir osteoporosis a futuro.
Platos que aportan calcio:
- Ensalada de espinaca cruda + frutos secos, como almendras, nueces y maní.
- Legumbres como lentejas, alubias y garbanzos.
- El alga espirulina, que tiene un 800% más calcio que la leche de vaca.
Para que el calcio se asimile en el cuerpo, es necesaria la vitamina D. Basta que tomes sol entre quince y veinte minutos diarios, ojalá antes de las 11 o después de las 16 horas, cuando no hay tanta radiación UV.
Por otro lado, los hábitos y alimentos que dificultan la absorción del calcio o lo expulsan por la orina, son el alcohol, la cafeína, el exceso de proteínas, bebidas cola, comida chatarra y sal.
Muchos órganos y tejidos ceden parte de sus nutrientes para la formación del bebé. Esto debilita el cuerpo de la madre, el cual, normalmente, se recupera poco a poco de todas estas carencias, una vez pasado el parto y la lactancia. Sin embargo, para algunas partes del cuerpo, no tomarse en serio la recuperación de los niveles normales puede repercutir a la larga.
El hueso, a diferencia de lo que quizás popularmente se cree, es un tejido vivo que participa de procesos vitales muy importantes para nuestro organismo. El tejido óseo toma el calcio del torrente sanguíneo y también cede calcio a la sangre, en diferentes ocasiones, según las necesidades.
Como hemos comentado antes, el embarazo es uno de esos casos en los que el tejido óseo debe ceder gran parte de su calcio, pues durante estos nueve meses debe mineralizarse todo el feto; posteriormente, durante la lactancia, también se pierde gran cantidad de calcio, pues éste es uno de los componentes de la leche materna. Por esta razón, es importante que la madre se alimente correctamente durante el embarazo y la lactancia, pero más importante es aún que, cuando el embarazo se produzca, la madre se encuentre con unos nutridos depósitos de calcio en su organismo (huesos con un buen calibre, densos y fuertes).
Si esto no fuese así, y sabiendo que la futura madre perderá gran parte del calcio que acumula en sus huesos, y que no será fácil recuperarlo, es muy probable que llegada la edad de la menopausia, la mujer tenga problemas de osteoporosis, máxime en la época actual en que las mujeres tienen sus hijos a edades cada vez más tardías, por lo que cuesta más recuperar los niveles normales de nutrientes en el organismo.
Hay muchos complementos alimenticios que pueden ayudarte a recuperar y/o mantener ese calcio que vas a ir perdiendo, y evitar problemas futuros, por lo que no está de más poder consumir alguno.
¡Cuídense, hermosas!