¿Quién no quiere tener una vida plena, al lado de la persona que ama? Tener un matrimonio estable y feliz es algo que se construye día con día; si, requiere mucho esfuerzo de ambas partes, pero la recompensa lo vale absolutamente todo.
Obviamente no hay una receta mágica, ni pasos específicos para vivir con alegría, pero hay pequeños hábitos que hacen una gran diferencia. Aquí les comparto algunos, que mi esposo y yo ponemos en práctica, y que gracias a ellos, hemos gozado de mucha dicha.
- Ir a dormir al mismo tiempo, fortalece el vínculo que tienen con su pareja, además que es mucho más cómodo.
- Caminar de la mano. Aunque pueda parecer anticuado, es muy lindo.
- Decir: “te amo”, “buenas noches”, “buenos días”, “que tengas un buen día”, a pesar de que estén molestos el uno con el otro, le hace saber a la otra persona, que te interesa.
- Despedirse o recibirse con un abrazo y/o un beso.
- Comunicarse durante el día. Esto no quiere decir que estén hablando todo el tiempo, con un mensaje basta.
- Consentirse, ya sea con un masaje de pies, preparándole un postre, o que él te regale una rosa.
- Desarrollar intereses comunes. Claro, sabemos que tenemos gustos diferentes, pero hacer alguna actividad que les guste a ambos, fortalecerá la relación.
- Cocinar juntos. Ya saben que me encanta cocinar y, un poco de ayuda nunca cae mal, además lo hace divertido.
Sé que todas las relaciones tienen altibajos, pero les aseguro que si ponen en práctica estos hábitos, se sentirán más unidas que nunca, a su pareja. Recuerden que, después de la tormenta, siempre llega la calma.