¡Mis amores!
¿Sabían que el 92% de las adolescentes se sienten feas? ¿Sabían que la manera en que la madre ve a su hija, influye en su forma de percibirse? Lo que decimos o hacemos, si comemos o nos cuidamos en exceso, son sutiles mensajes que reciben nuestras hijas y que, poco a poco, van conformando su personalidad. Ayudarlas a crecer, a obtener seguridad, pareciera ser la clave para que se conviertan en mujeres confiadas.


Claves para que nuestras hijas vivan con autoestima positiva:
- Tener presente que ella es otra persona, independiente y distinta de nosotros.
- Ofrecer una seguridad basada en la coherencia: la coincidencia entre lo que se enseña y lo que se hace.
- Hacerla sentirse observada y comprendida, y transmitirle que es una persona única e irreemplazable.
- Amarla desde la expresión verbal, mostrándole el gozo que nos produce su existencia. El tacto es el gesto esencial para que se sienta querida. Hay que besarla y acariciarla, no sólo cuando es pequeña, sino también cuando rechaza esa muestra por pudor.
- Aceptarla tal como es, sólo de esta manera aprenderá a aceptarse.
- Respetarla tal como es.
- Marcarle límites razonables, justos y negociables.
- Plantear normas y expectativas elevadas, respecto de su comportamiento y rendimiento. No una actitud del “todo vale”, pero tampoco un “no vales”.
- Elogiar y criticar su conducta, nunca a su persona. Cuidar el lenguaje, que puede resultar muy negativo, aunque parezca superficial y efímero.
- Motivarla a tomar decisiones, a experimentar, a asumir riesgos y a responsabilizarse por éstos. No privarla de cometer errores.
- Si estamos con personas que no nos aceptan, que nos ponen condiciones para querernos, eso disminuye nuestra autoestima. Si nos valoran por nuestros logros, nuestra belleza, nuestra simpatía, nuestras posesiones…, seguramente no saldremos muy bien parados.