Cuando escucho a una mamá decir: “Mi hijo(a) me lo cuenta todo, entre nosotros no hay secretos.” Lo primero que quiero hacer es reírme, es claro que esto no es cierto, y no por eso quiere decir que la relación con nuestros hijos es la peor. Hay que estar conscientes de que son un ser humano más, y no sólo por ser nuestros hijos serán la excepción. No me mal interpreten, tampoco estoy haciendo menos a los hijos, simplemente creo que al pensar así sólo los alejan más.
Hay que tratar de llevar una buena relación en general, y eso incluye darles espacio para ser quienes son, y así ellos mismos puedan acudir a nosotros cuando lo necesiten, sin sentir presión alguna, esa es la verdadera confianza. Esto puede resultar demasiado difícil, pero creo que es precisamente lo que marca la diferencia.
Muchas veces nos ponemos a pensar que las cosas externas son un potencial peligro para nuestros hijos, pero nunca nos ponemos a pensar que nosotros, al final, somos los que podemos lastimarlos y perjudicarlos. Pueden intentar cambiar un poco y ver por un tiempo, cómo evolucionan las cosas en casa. Espero que lo pongan en práctica y me comenten si les dio, o no, resultado.