¡Mis amores!
Ser madre, es un trabajo de tiempo completo y sin remuneración, pero que algunas califican como el mejor trabajo del mundo.
La maternidad es difícil pero también es gratificante. Lo peor de todo es la falta de formación, ya que cada vez que nace un niño, nace una madre que tendrá una gran responsabilidad para la que no se le ha formado. Dan igual los libros que hayas leído y los consejos que te den durante el embarazo, las madres primerizas siempre tienen miedo e inseguridad.
Madre se hace, no se nace. El ser madre primero se desea, luego se construye. En la actualidad, la mujer tiene muchos roles y comparte el cuidado de los hijos con padres que también tienen nuevos roles –si se los compara con otros momentos históricos, donde los roles eran muy definidos y tradicionales–.
En ese marco existían maneras de hacer bien o mal las cosas. En las familias los quehaceres de cada rol ya estaban decididos. La actualidad es muy diferente; sin embargo, muchas mujeres, al ser madres, aún hoy guardan en algún lugar mandatos o creencias, que les generan conflictos internos a la hora de definirse como mamá.
«Basta con observar un momento a una mujer que es madre, profesional, esposa, amiga y demás. Frecuentemente, mientras están trabajando, reciben o envían mensajes por whatsapp para coordinar tareas de sus hijos, gestionar turnos con su pediatra, clases especiales de los chicos, estar al tanto de los comentarios o demandas de los grupos de padres del colegio, de los grupos laborales, estar comunicadas con el padre de los chicos, llegar a casa y resolver tareas hogareñas, acompañar a los chicos en sus rutinas, alternando con alguna clase de gimnasia o encuentros con amigas». Así describió la realidad de la mayoría de las madres actuales, la licenciada en Psicología Julieta Tojeiro, del Instituto Sincronía.
El multitasking (hacer varias cosas simultáneamente) es bastante frecuente en mujeres, madres, trabajadoras, y esto impacta desfavorablemente en la sensación de seguridad, provoca fatiga y desgaste adicional.
Y también hay que decir que la maternidad no se paga con dinero, pero ni todo el dinero del mundo serviría para pagar los momentos en los que tu hijo te da un abrazo, ríe a carcajadas o logra un objetivo. Esos momentos son los que hacen que, ser madre, también se convierta en el mejor trabajo del mundo.
¡Nos leemos la próxima, mis amores!
Me encanto tu articulo! Muy emotivo!
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