¡Hola mis amores!

Tener hijos es de las cosas más bellas que le pasa a una mujer, pero también es cierto que no todo será fácil, especialmente cuando nuestros pequeños dejan de serlo y empiezan a crecer, en este caso me quiero referir a las niñas, ya que por algunas cuestiones, las madres solemos tener roces más fuertes con una hija que con un hijo, si tienen nenas sabrán a que me refiero.

La principal razón es que las madres siempre quieren proteger a sus hijas, por eso ellas ofrecen consejos para hacer la vida de sus hijas más fácil, pero, por otra parte, las hijas lo único que buscan es la aprobación de sus madres, e interpretan los consejos y enseñanzas de ellas, como una crítica o como prueba de que son imperfectas.

El deseo de proteger y el deseo por aprobación son el escenario perfecto para provocar malentendidos. Las mamás aconsejan, y las hijas que buscan aprobación se ofenden y les dicen a sus mamás que las dejen en paz, entonces las mamás sienten que no pueden decirle nada a sus hijas porque se enojan.

Piénsenlo, un día mamá dice que su hija usa mucho maquillaje, pero lo que la hija entiende es que no le gusta, obviamente se desata una pelea por la diferencia de pensamiento y aquí es cuando la batalla inicia.

Pero no hay de qué preocuparse mis amores, esta es una etapa, y como tal va a terminar, sin embargo, en el proceso es necesario hacer algunas cosas para que la relación no se deteriore, y lo mejor es tratar de ponerse en los zapatos de la otra, obviamente para nuestra niña no va a ser sencillo, pero podemos hacerle ver que la amamos y que todo siempre será por su bien, en cambio nosotras no debemos olvidar que tuvimos su edad y que pasamos por lo mismo.

Finalmente, detrás de todos los roces y peleas que puedan ocurrir con nuestras hijas, debemos tener en cuenta que, en el fondo, ellas necesitan de nuestra comprensión y cariño, para que puedan madurar sanamente, lo mismo que nosotras, cuando necesitamos de nuestra madre.

@EsElMundoDeYola