¡Mis amores!
Sé perfectamente que con el día a día y el agobio con todas las actividades que tenemos a diario, muchas veces nos olvidamos de mantener una buena alimentación y tenemos que tomar en cuenta que, después de tanto platillo navideño, la rosca de reyes y los tamalitos… ¡Seguro subimos demasiado de peso!
Durante las vacaciones, todos nos relajamos, también a la hora de elegir qué alimentos vamos a comer. Pero, ¿cómo conseguir perder peso después del invierno y no fallar en el intento? Una dieta sencilla y efectiva, además de saludable, no es tan complicada, si siguen estos pasos:
- Busquen una fecha de inicio y comprométanse, ya que no solo está en juego su belleza, también su salud.
- Elijan un buen nutriólogo que les elabore un plan personalizado, nunca hagan una dieta por su cuenta, ya que su salud puede correr peligro. Lo mejor es que un médico o profesional de la salud, les respalde y supervise, a lo largo de todo el tratamiento.
- Hagan ejercicio físico, de ser posible, guiado por un experto.
- Si se los recomiendan, tomen suplementos de vitaminas y minerales.
- Beban dos litros de agua al día.
Sigan estas claves a la hora de empezar cualquier tipo de dieta y, por supuesto, nunca se dejen guiar por ustedes mismas, o por otra persona que no sea un especialista en la nutrición.
Les quiero proponer cinco dietas que, aunque les harán perder algo de peso, son sobre todo muy saludables y equilibradas. Sin embargo, no dejen de consultar a un experto antes de empezar con alguna de ellas:
Dieta depurativa
Las dietas depurativas equilibradas son recomendables para cualquier persona. Tras el verano, son una opción muy buena ya que este tipo de dietas son sanas y seguras y sólo se practican durante un tiempo determinado. Los alimentos clave son aquellos que se consideran depurativos o antioxidantes como determinadas frutas y verduras, infusiones, cereales, algunos lácteos y determinadas carnes y pescados como el pollo o el pavo, y el salmón o la merluza.
Dieta para evitar el colesterol
Este tipo de dietas, además de ayudarles a controlar su colesterol, también son eficaces a la hora de perder peso, aunque ésta no sea su función más específica. Este tipo de dietas consisten en: aumentar el consumo de verduras y hortalizas, utilizar aceite de oliva para cocinar y aliñar, aumentar el consumo de legumbres, y utilizar habitualmente cereales integrales. Deberán aumentar el consumo de pescado y moderar el de las carnes, además de incluir frutos secos, a diario, en su alimentación.
Dieta para mejorar la piel
Esta dieta se basa en un plan de tres días que ayudará a mejorar su piel, gracias a la ayuda de determinados alimentos, compuestos de vitaminas antioxidantes y grasas omega-3 (frutas, verduras y hortalizas). Para la reparación de las células dañadas por el verano, también son importantes las fuentes de proteínas de buena calidad, como huevo y pescado. El salmón es indispensable en la dieta, deberán consumir dos porciones frescas al día, y deben eliminar el alcohol y el café durante estos tres días consecutivos de dieta. El agua es muy importante, mínimo ocho vasos diarios para recuperar la piel y además, perder algún que otro kilo.
Dietas para mamás muy ocupadas
¿Les toca llevar un ritmo trepidante de vida y comer en la oficina, muchas veces? En la oficina es probable que coman poco y rápido, y eso no es una dieta equilibrada, así que el resto de sus comidas deben compensar estas carencias. En sus desayunos deben incluir cereales, lácteos y frutas. Compensen su alimentación con la cena, no deben faltar grasas, también apuesta por aguacate y pescado azul. Y por supuesto, proteínas en forma de atún, pollo, huevos o salmón. Durante el día beban agua y traten de evitar el café en la medida de lo posible. De esta forma consiguen que su dieta se equilibre y no pierdan nutrientes. Además, sus cenas son muy sanas y recomendables para toda la familia.
Dieta para mamás recientes
Para las que acaban de ser mamás y ya les toca reincorporarse a la vida laboral, aún con algunos kilos de más, pueden optar por una dieta especial para este período de su vida. Les aconsejo que dejen a un lado los picoteos y disminuyan el consumo de azúcares, grasas sólidas o bebidas gaseosas. Coman bien, sin grandes cambios pero aderecen sus ensaladas con una sola cucharada de aceite o utilicen yogurt en vez de otras salsas. Para los postres, siempre frutas o yogures desnatados. Abusen sin miedo de las sopas y de las carnes magras a la plancha e incluso al vapor. Y nunca olviden el agua. Tras un corto periodo con esta dieta, notarán los cambios. Recuerden que si quieren hacer una dieta hipocalórica, deben consultar siempre con un especialista.
¡Vamos a ponernos en forma!