Los huevos de gallina son una parte indispensable en nuestra despensa, o al menos en mi caso es así. Es un alimento que me gusta consumir porque es muy práctico y altamente nutritivo, ya que contiene una gran cantidad de proteína, vitaminas y minerales, es fácil de preparar y de combinar; además es muy sabroso.
Pero, como todo, puede llegar a aburrirnos o hartarnos si lo cocinamos de la misma forma: estrellado, revuelto, duro… Por eso, hoy les quiero compartir tres formas diferentes de preparar este alimento, para que sorprendan a su familia.
- Quesadillas de huevo. Calentar un sartén a fuego medio, y derretir 1 cucharada de mantequilla. Batir 2 huevos con sal y agregar; mover de un lado a otro para evitar que se queme, los huevos deben quedar estilo omelet. Calentar 1 tortilla de harina o de maíz, y colocar encima de ésta el huevo. Pueden agregar queso y salsa.
- Huevos tibios. Poner a cocer los huevos durante 5 minutos, aproximadamente, colocarlo sobre pan integral. Pueden agregarle sal, pimienta y limón. ¡Rico y saludable!
- Huevos en salsa. Poner a calentar un sartén; mientras licuar 3 jitomates, ¼ de cebolla, 1 diente de ajo y 2 o 3 chiles serranos, depende de qué tan picosa quieran la salsa. Agregar un chorrito de aceite al sartén y freír la salsa a fuego bajo. Mientras, preparar huevos revueltos como de costumbre, agregar a la salsa y sazonar con sal al gusto. ¡Listo!
Dénle un giro delicioso al desayuno de su familia con estas recetas súper sencillas y deliciosas. No olviden complementar el desayuno con fruta. Si las intentan, me gustaría que me platicaran qué tal les quedó. ¡Besos!