¡Hola mis amores!
En la vida nada es fácil, de hecho, vivir es una constante batalla donde tenemos que aprender a ser felices, a ser buenos padres, a cumplir con nuestra obligaciones y a hacer un sinfín de cosas que nos construyen como humanos, el problema es que durante ese proceso podemos hacernos de muchas inseguridades y miedos, los cuales a su vez provocan algunos problemas en nuestra vida, pero que debemos aprender a afrontar.
El problema, mis amores, es cuando se tienen hijos y sin darnos cuenta empezamos a pasar nuestras inseguridades y miedos a ellos, provocando ya no solo problemas en nuestra vida, sino también en la de nuestros pequeños.
Debemos recordar que los niños copian todo lo que ven y estos puntos son parte de lo que ellos van a imitar, otras veces aprenden los miedos porque se los contamos, les damos demasiadas advertencias del tipo, «no hagas esto que es muy peligroso», lo que hace que los pequeños vayan teniendo la idea de que viven en un mundo hostil, lleno de peligros, donde lo mejor es no salir al exterior.
Entonces ya no solo somos nosotros los que tenemos la inseguridad, ya también son ellos quienes empiezan a desarrollarla.
Pero tiene solución, y aunque puede ser difícil dejar de andar sin miedo, es importante portarnos valientes frente a ellos, lo primordial es que los pequeños no aprendan miedos exagerados.
Se puede conseguir, demostrándole que vive en un ambiente seguro, que no todo el mundo es malo; también, no provocándoles experiencias de miedo injustificado, ni asustándolos y, por supuesto, premiando todas las conductas donde demuestren algo de valentía.
Sin embargo, esto no va a impedir el que obtengan miedos; nosotros podemos hacerlos valientes, pero afuera ellos también aprenden por su cuenta y cuando estemos detectando un miedo, no debemos quitarle importancia, aunque sea un suceso pequeño. Si el niño está aprendiendo de sentimientos, entonces debemos hablar con ellos, tener paciencia y sobre todo, ayudarlos a confrontarlos.
Cuando nuestros hijos crecen sin miedo, entonces podemos verlos enfrentar la vida, especialmente por que un día dejaran de ser niños y tendrán que ingeniárselas solos, además, aquí estamos ayudando a forjar su carácter, así cuando se presente la ocasión ,podrá enfrentarse a sus miedos el solo.