¡Hola mis amores!
Este mundo definitivamente ya no nos da tiempo, entre todas las labores que tenemos en el día, hemos tenido que omitir momentos, que muchas veces son más importantes para la vida de nuestra familia, en este caso quiero centrarme en la cocina.
Ahora cuando ambas partes del hogar, es decir madre y padre trabajan, no les da tiempo de cocinar, perdiendo así el interés; esta parte del día puede ser pesada para muchas personas, porque lleva tiempo que quizá sea necesario usar en algo más, no obstante, cocinar involucra un proceso extenso, un acto de amor para nosotros mismos y para quienes alimentamos.
Incluso este proceso se trata de la satisfacción que brindamos, desde el momento que elegimos qué vamos a preparar, porque esas ganas de consumir el platillo que nos gusta es un placer a nuestro paladar.
Por otra parte, cuando se cocina, se ponen en juego todos los sentidos: el gusto, el tacto, el olfato, la vista de los colores. Esta es una manera de decirle a nuestros seres queridos que nos importan, y queremos que disfruten de nuestra comida.
Cocinar requiere el tiempo necesario para ser disfrutado, aunque sean platillos sencillos, porque hasta personalmente puede ser un rato de relajación, mientras disfrutamos de lo que los platillos nos pueden ofrecer, por otra parte, esta actividad puede dejar de ser rutinaria para ser creativa, ya que se puede jugar con los ingredientes y hacer algo nuevo y delicioso.
Cocinar es una manera de transmitir los sentimientos a nuestros seres queridos, mis amores, hacer este tipo de trabajo es satisfactorio para ambas partes, nuestros comensales y nosotros, así que vean la cocina como un acto de amor y aventúrense a realizarla, si no son buenos, pueden aprender, y si los son, entonces disfruten del momento.