Hay una teoría que dice que los sistemas educativos con menos carga son más efectivos, según los exámenes internacionales. El hecho es que mientras hay países que saturan a los estudiantes de materias y tareas, hay otros que les permiten aprovechar el tiempo en la escuela y acercarse al conocimiento de manera voluntaria. ¿Tú qué opinas?
A través de esta nota te ayudaremos a poner en balanza las ventajas y desventajas de ambas posturas, así podrás ayudarle a tu pequeñín a fortalecer su aprendizaje. Así que quédate al término, porque hoy descubrirás si hay algo de positivo o no en la frase “no hagas la tarea.”

Y bueno, como te decía anteriormente, ¿crees que sea posible reducir las horas lectivas y la carga de trabajo de los niños y que, a pesar de eso, mejoren sus resultados? ¡Parece algo titánico! Sin embargo, ya hay escuelas que han implementado este modelo. Quizá te preguntes: “¿pero cómo se puede enseñar menos y aprender más? Sí, es la interrogante que a todos nos surge. Pero, no es algo del otro mundo, en realidad es muy simple y es totalmente posible.

Alguna vez te has preguntado: “¿Cómo adquirimos el conocimiento? ¿De dónde vienen nuestras ideas y representaciones mentales? ¡Exacto! Casi todo nuestro conocimiento viene dado por la experiencia. Hasta la idea más pequeña y simple es dada por nuestro entorno, en otras palabras, es el resultado de una interacción continua entre la realidad y el sujeto, para que de este modo, nuestro cerebro pueda captar, aprender y construir el conocimiento significativo.
¿Cuál tarea? Los niños ya pasan muchas horas en la escuela como para que lleguen a casa a estudiar de nuevo, sin descansar y sin desarrollar otras habilidades. Pues, no olvides que tener una vida social y familiar es fundamental, así que en lugar de pasar más horas sentados “repitiendo lo que ya vieron en clase”, invítalos a moverse y a hacer ejercicio, con esto garantizas un crecimiento sano y fuerte.

Y no te alarmes, recuerda que día con día las nuevas generaciones van adquiriendo nuevas formas de pensar, actuar, relacionarse y nos debemos adaptar. Por esa razón es que este tema cada vez es más constante en los ámbitos pedagógicos, así que es probable que en algún momento las tareas en casa se acaben por siempre y para siempre, sólo quedarán en nuestros recuerdos.
Por lo pronto, mientras nos adaptamos, sigamos cumpliendo con ellas, pero también comencemos a inculcar a nuestros hijos actividades extras para que poco a poco ellos de forma voluntaria les llegue el “hambre de conocimiento” y quieran aprender cosas diferentes a las de la escuela.