La vida de las personas que vivimos en ciudad es constantemente ruidosa y con mucha prisa, por lo que encontrar un espacio en el que tengamos un poco de paz y sanación o descanso es un tanto complicado, por ello, te invitamos a que realices tu propio lugar zen en casa, lo mejor de esto es que no necesitas una casa grande o mucho dinero para lograrlo.

Primero deberás elegir un lugar, aquel punto de tu casa donde sientas real comodidad, seguridad y también donde creas que puedes relajarte. Este espacio debe estar lejos del ruido, debe tener buena iluminación y la privacidad no debe faltar por nada del mundo.
En segundo lugar, deberás limpiarlo, pues un sitio desordenado puede generar estrés, por lo que tu mente agradecerá la limpieza y claridad que tu nuevo refugio le podrá brindar. Quédate con lo esencial, adiós a papeles o adornos viejos, solo quédate con lo que inspira, aporta y te hace sentir bien.
Por último, elige tus elementos clave, aquellos que activarán tus sentidos. Para sentirte cómoda, puedes agregar cojines grandes, una buena manta y una alfombra. Para el olfato, usa velas aromáticas o un difusor con aceites esenciales. Para conectar con la naturaleza puedes tener un par de plantas o añadir piedras de río. Finalmente, para la energía, incluye cristales, los que sean tus favoritos que puedan darte tranquilidad y cuya imagen te inspire.

Ojito, si el lugar es pequeño, no te preocupes, puedes usar algunas repisas o estantes colgantes para todos los objetos y plantas, así no utilizas espacio en el suelo. No olvides que es mejor usar colores claros en las paredes y añadir un pequeño espejo, esto le dará a tu nuevo lugar seguro un espacio más grande y luminoso.
Y así es como paso a paso puedes construir un punto donde podrás relajarte, tener paz y acercarte más a ti misma, incluso en los días más difíciles. Recuerda siempre que lo primordial es tu salud mental, física y espiritual.
Fuentes: