Ser madre es el sueño de muchas y la pesadilla de otras, mientras hay algunas que tuvieron que serlo porque no tenían otra opción y ahora se arrepienten.
¿Te sientes identificada con alguna postura? ¡Tranquila! Sabes que este blog es para desahogarte. Con tu respuesta no se destapará la caja de Pandora, siéntete libre de expresar tus inquietudes en mi blog para que pueda leerte y así descubrir la forma para no sentir arrepentimiento.
Hoy quiero compartir contigo una que otra experiencia sobre este tema, porque aunque tú no lo creas, también me ha llegado la etapa de arrepentimiento.
Actualmente, para muchos ya no es difícil o raro escuchar a una mujer que se arrepiente de haber tenido hijos o simplemente que no quiere tenerlos. Y bueno, la razón es que ha habido muchas declaraciones de algunas celebridades, se han creado movimientos para alzar la voz, foros en internet para hablar del tema y un sinfín de situaciones que han logrado no callar a la mujer, y revertir el gusto por la maternidad. Pues, aunque no lo creas existe y es más común de lo que parece, sólo que se le sigue dando el valor de tabú.
Pero, ¿por qué sigue siendo un tabú? Desde mi punto de vista, tanto las generaciones pasadas como actuales siguen idealizando la maternidad. Se sigue creyendo que ser mujer es sinónimo de ser madre. Y no, no estoy en contra de la maternidad ni en contra de la posibilidad de que las mujeres tengan hijos si así lo desean.
Lo que sucede es que pareciera que si la mujer toma la decisión de no ser madre, desestabiliza la estructura y concepción de familia. Sin embargo, considero que toda esta idea de la maternidad se ha llevado más allá de lo posible y es difícil para muchas mujeres en el mundo lidiar con eso.
Sobre todo, porque los medios de comunicación y el sistema educativo, la televisión, la propia familia nos imponen determinadas formas de ser mujer. Por esa razón, es que siempre hay una pizca de arrepentimiento en el interior de la mujer. Porque ya fuimos educadas para creer que parte de nuestra vida es procrear.
Sin duda la maternidad nos cambia la vida para siempre, pero para muchas mujeres la cambia para mejor y a otras para peor. El tener el mismo órgano biológico no hace que todas las mujeres seamos iguales y sobre todo, que queramos lo mismo.
Así que sea cual sea tu decisión frente al embarazo, así como el modo de concepción, sólo tú y únicamente tú, puedes tomar la decisión de ser madre. Recuerda que arrepentirse de ser madre cuenta una historia totalmente diferente sobre lo que las mujeres pueden sentir y no está mal.
Por otro lado, si ya eres madre, intenta regresar a tus actividades cotidianas y sanas de antes, te ayudarán a sentir que vuelve la vida. Sé responsable y consciente, tienes derecho a divertirte. Y si aún no eres madre, estás en un excelente momento para planear concebir o no. No pasa nada, recuerda que ante todo está tu felicidad, priorízate.
Mujeres y Familia 