Mis amores, el día de hoy hablaré sobre un tema que me parece muy importante tener en cuenta, las relaciones tóxicas no sólo se dan entre una pareja, también pueden existir en la relación madre e hija. Hemos de saber que existen diferentes tipos de interacciones entre madres e hijas y que también, no son excluyentes ni únicas.
El primer tipo de relación tóxica es la “desdeñosa”, aquella en donde la madre convierte el desdén en rechazo de manera activa y agresiva. Y lo podemos ejemplificar en los casos donde las madres no escuchan a sus hijas e ignoran sus sentimientos o necesidades. Lamentablemente, en esta relación la hija será empujada a un patrón activo de demanda.

El segundo tipo de relación tóxica entre madres e hijas es cuando las madres se convierten en controladoras y las hijas tienen sensaciones de inseguridad o impotencia y pensamientos sobre fracasar sin la guía de su madre. En esta relación las madres manejan a sus hijas, se rehúsan activamente a reconocer la validez de sus palabras y elecciones bajo el pretexto de “es por el bien de la niña”.
El tercer tipo de relación tóxica es la “inasequible”, en donde las madres se alejan activamente cuando sus hijas se les acercan. Son aquellas relaciones donde las madres retienen muestras de cariño y no responden cuando la hija muestra emociones.
Es un abandono por parte de la madre y es muy doloroso para la hija, pues ellas se vuelven emocionalmente necesitadas de amor y atención. Estas hijas con lazos inseguros con frecuencia se vuelven demasiado necesitadas en sus relaciones adultas y requieren garantías constantes tanto de amigos como de familiares.
El cuarto tipo de relación es todo lo contrario a la anterior relación, ya que es una relación donde la madre se “inmiscuye” y no reconoce ningún tipo de límite entre su hija y ella. En este caso, la hija se muestra con la necesidad de amor y atención por lo que prefiere el estrangulamiento maternal. Superar este tipo de relación tóxica es distinto debido a la falta de límites. Una relación sana y en sintonía entre una madre y su hija ofrece seguridad y libertad en cantidades iguales.

En una relación “combativa” por lo regular las madres nunca reconocen sus comportamientos y usualmente tienen mucho cuidado de no hacerlo en público. Aquí se encuentran aquellas madres que son hipócritas, celosas, competitivas con sus hijas, abusadoras de poder, aquellas madres que usan la culpa y la vergüenza que sienten sus hijas, aquellas que abusan verbal o emocional para “ganar”.
El sexto tipo de relación es la “poco confiable” en donde la madre cambia rotundamente de carácter, lo que ocasiona que la hija no sepa distinguir entre una relación tensa, precaria o incluso peligrosa.
En la penúltima relación la madre es “egocéntrica o narcisista”. Este tipo de madre ve a su hija como una extensión de sí misma y nada más, controla cuidadosamente sus intervenciones para beneficio de ella misma, es incapaz de sentir empatía, por lo que su conexión emocional con su hija es superficial. Por lo regular parece una mamá cool, es atractiva, muy cuidadosa de su hogar, tiene carrera profesional y talentos admirables, lo que confunde y aísla todavía más a la hija no amada.
El último patrón que revisaremos es el de la “reversión de papeles”. En este patrón la hija se vuelve la “madre” de su propia madre. Generalmente, las hijas de madres alcohólicas o de aquellas que sufren de depresiones sin tratar también pueden encontrarse en el papel de “madre”. Eso puede incluir ser madres no sólo de sus madres sino también de sus hermanos.
Como hemos detallado anteriormente, hay relaciones madre-hijo que son enfermizas y terminan muy mal, por eso es importante identificarlas. No obstante, también existen madres lo suficientemente buenas que no repiten los anteriores patrones, aunque suelen tener alguno que otro defecto, como todos los humanos. No nacimos siendo perfectos y solemos cometer errores, sin embargo, todos tenemos una esperanza de mejorar y de sanación si así lo queremos y luchamos por ello. Mis amores, por favor escuchen a sus hijas e hijos, pónganles atención y ámenlos.

Referencia: https://www.psychologytoday.com/es/blog/8-patrones-toxicos-en-las-relaciones-entre-madres-e-hijas