¡Mis amores!

Todos nos enojamos a veces con nuestros seres amados, pero eso no quiere decir que no los amemos.

Sin embargo, el mal humor no nos lleva a ningún lugar y tampoco soluciona nada, más bien suele ser contraproducente en cualquier situación.

Nosotras como mujeres adultas ya hemos aprendido a respirar, calmarnos, controlarnos y a actuar cuando esto ha dado resultado, pero claramente no es el caso de nuestros pequeños, mis amores.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo con su humor?

Las emociones no son algo fácil de comprender, mis amores, menos para los niños pequeños. Algo que debemos entender desde el inicio es que nuestra paciencia es clave para ayudar a nuestros hijos a moldear su comportamiento y sus actitudes.

Es fundamental que no dejemos pasar las actitudes negativas, porque a la larga pueden derivar en un carácter inestable y en el futuro en adolescentes descarados, groseros, déspotas, etc.

Algo que debemos cuestionarnos es nuestra manera de actuar cuando estamos de malas y nuestros chiquitos están presentes, es importante que no estallemos en su presencia, pues ellos se encuentran en la edad de absorber y replicar absolutamente todo, ya sea bueno o malo.

Como madres también estamos en un constante aprendizaje, pero también estamos cargando con el papel de guías, por lo que debemos enseñarle a nuestros niños que si algo les causa molestia, siempre pueden platicarlo con nosotras para guiarlos a resolver la situación que les está incomodando.

Una mamá jamás va a ser una mejor amiga, pero no por eso significa que nuestros pequeños no pueden confiar en nosotras, mis amores.

@EsElMundoDeYola