¡Mis amores!
Existen mamás que buscan a toda costa convertirse en las mejores amigas de sus hijos, pero eso jamás va a suceder. Mamá no es amiga, es algo que todos debemos diferenciar.
Y esto no es porque nuestros hijos no puedan ni deban confiar en nosotros, es simplemente que la figura materna tiene que imponer respeto (no de una manera agresiva) y también tiene mucho peso en la formación de nuestros niños.
Hablando de formación, los pequeños están en constante crecimiento como personas, por lo que pueden cometer muchos errores.
Nosotras como madres estamos para corregirlos y a veces esto no es mucho del agrado de los pequeños.
¿Realmente está bien odiar a mamá a veces?
Si bien nuestros hijos no son perfectos, nosotras tampoco. Quizás nuestros métodos de educación tampoco son del agrado de los pequeños y por eso a veces pueden molestarse con nosotros, lo que es completamente normal.
¿Ustedes son realmente felices todo el tiempo? Yo no y no conozco a nadie que me diga que sí lo es. Por esto mismo, nuestros niños no van a estar contentos todo el tiempo con nosotras, pero eso no quita el hecho de que nos amen de verdad.
Si es el precio que debemos pagar para que esas personas a nuestro cargo crezcan siendo adultos de bien, así será.
Tampoco vamos a mentir, nosotras no estamos contentas con todo lo que nuestros hijos hacen, ¿o me equivoco?
Es entendible que cuando escuchamos un “te odio, mamá”, nos lastime un poco y nos haga sentir mal, sin embargo, tenemos que tener la madurez emocional para entender que dicha frase es un reflejo de las emociones de ese momento de nuestros bebés, no es lo que en realidad sienten por nosotras.
Está en nosotras como mamás no responder de la misma manera o peor a estos comentarios, pues ellos no van a entenderlo y a la larga puede ser peor.
Estas son algunas recomendaciones para educar bien a nuestros niños.
-Cuando los regañemos, explicarles por qué han recibido una llamada de atención y qué están haciendo mal.
-No alterarnos cuando nuestros hijos muestren su enojo o frustración, son reacciones humanas normales, es mejor ayudarles a canalizarlas.
-Darles su espacio cuando se enojen, así nuestros niños reflexionarán sobre sus acciones y comentarios a su manera.
-Cuando haya pasado ese tiempo razonable, acercarnos a ellos y dialogar con calma, ¡así se crean los acuerdos!
@EsElMundoDeYola