Mis amores, les traigo un tema que a todas las que somos pilar de familia nos tiene con los nervios de punta. Y es que resulta que el gobierno mexicano quiere cobrarnos el Impuesto Sobre la Renta (ISR) a quienes vendemos por catálogo.
Nadie desdeña la recaudación fiscal, es cierto que gracias a ella tenemos escuelas, hospitales, calles y centros recreativos públicos, entre muchas otras cosas, pero no es posible darle otro golpe más a la castigada economía de las mujeres mexicanas, quienes además ya pagamos impuestos y movemos la economía.
Y es que nosotras lo sabemos, al menos desde nuestra trinchera todo el dinero ganado se destina a la casa y los hijos, comida, educación, salud y lo que vaya saliendo en el camino; estadísticamente el 90% de los vendedores por catálogo somos mujeres, algunas madres solteras y/o ancianas que sostenemos y completamos los gastos con este ingreso. Que lo hagan a las empresas, a los grandes comerciantes. Pero, ¿a las mujeres? A ese 90% de vendedoras de catálogos que ganamos bien poquito? No mis amores, eso no es justo. ¿Y todos esos millonarios a los que les venían condonando impuestos?
La verdad es que quienes nos dedicamos a este tipo de comercio no somos informales, pues las empresas a las que les compramos para vender ya pagan impuestos y están registradas en Hacienda. Nosotros ya pagamos IVA en nuestras compras, de manera que sí se podría decir que contribuimos con la recaudación fiscal de alguna manera.
Claro que es bueno que el gobierno ejercite bien el tema de los impuestos, pues de eso depende en buena medida la estabilidad económica del país, pero quizá en esta ocasión debería mirar más hacia las grandes empresas, multinacionales y corporativos que generan enormes dividendos, y permitirnos más libertad en ese sentido a quienes llevamos sustento a nuestros hogares con una ocupación honesta.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha caracterizado por preocuparse por los grupos más vulnerables de la población, es así que podríamos esperar que esta ocasión no sea la excepción y desista de perjudicar a un sector que apenas y llega a fin de mes gracias a las empresas por catálogo.