Uno de los momentos más difíciles para los padres es cuando sus hijos los descubren teniendo relaciones sexuales, sin embargo, aunque es una actividad normal que forma parte de la vida de los adultos, los menores no deben ni tienen por qué saber con exactitud estas prácticas.
Ante esto surge el problema de no saber cómo actuar. Primero, lo más seguro es que los padres se mueran de la vergüenza y alejen al niño de la habitación, pero pasado esto debemos hablar con nuestros hijos y explicarles el tema de acuerdo con su edad. Hay que explicar al menor que tener sexo es un acto normal propio de los mayores y que lo hacen cuando se quieren, pero dicho acto es íntimo y propio de una pareja.
Dejar pasar por alto el tema y hacer como si nada hubiese pasado no es una solución, debemos dejar de cometer el error de no hablar de sexo en casa y evitar seguir fomentando tabús en torno a la sexualidad. Es importante educar a nuestros hijos e hijas para una prevención futura y darles la confianza de que pregunten sin pena.
De igual manera, no se olviden de tranquilizar al menor y de crear un ambiente lleno de confianza a tal grado de que si hay un hermano mayor, es un buen momento para unirlo a la conversación y charlar con respeto y sin prejuicios.