¡Mis amores!
Una casa sana es una casa segura y para que así sea deben buscar un lugar para cada cosa y mantenerla siempre allí, ya que el desorden contribuye a los accidentes.
Obviamente es imposible instalar una casa que sea completamente a prueba de bebés, a menos que vayan a instalar una celda de aislamiento con paredes acolchadas. No importa lo que inventen y aseguren, de alguna manera el bebé siempre encontrará el peligro.
Por eso, mis amores, aquí les dejo unos tips para que sus pequeños corran el menor peligro posible dentro de casa:
- Pueden organizar cada habitación en función de la altura del bebé (según vaya creciendo tendrán que ir despejando más estanterías) y ocultar los productos peligrosos. No basta con ponerlos lejos de su alcance, hay que ocultarlos de su vista o se las ingeniará para alcanzarlos.
- A los enchufes pónganles tapas de seguridad, mientras los cables deben taparlos con una canaleta.
- Examinen su cocina. Todos los enseres de la cocina son potencialmente peligrosos para un niño, quien además no debería entrar en la cocina. Pero si se ven obligadas a tenerlo allí, manténganlo en su sillita y ajústenle el cinturón o el arnés que ésta tenga.
- En cuanto a la sala, hasta que su hijo sepa “respetar” las cosas que habitualmente hay ahí, prescindan de figuritas, jarrones y demás artículos que al caer puedan estallar en pedazos. Coloquen cantoneras en las esquinas de los muebles.
Mis amores, es importante que aunque lleven estos tips a cabo, siempre estén alertas y en guardia. Tengan en cuenta que incluso dejar la habitación donde estén sus hijos por unos minutos, puede ser tiempo suficiente para un accidente.
Si su bebé aún es muy pequeñito el peligro es menor, porque no hace mucho más que acostarse y moverse. Igualmente es aconsejable hacer los ajustes en la casa lo antes posible.
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