No cabe duda de que la adolescencia es una de las etapas de desarrollo más complejas que enfrentamos, ya que se trata de un periodo de transición de la infancia a la adultez, durante el cual la perspectiva sobre la vida cambia drásticamente, aunado a ello están los cambios físicos, hormonales, psicológicos, así como sociales.
Es importante comprender que no solo se trata de un capricho de nuestra hija/o, pues su cerebro continúa en desarrollo, ya han desarrollado la parte impulsiva, pero el córtex frontal, que ayuda a la reflexión antes de actuar, aún no se ha terminado de desarrollar. No obstante, debe existir una regulación de su comportamiento, un apoyo de parte de los padres para ayudarles a gestionar de la mejor manera tanto sus emociones como sus reacciones. En esta nota te compartimos algunos consejos para manejar de la mejor manera los comportamientos conflictivos de nuestros adolescentes.
- Educar democráticamente
Un buen método para atenuar los exabruptos adolescentes es implementar una educación democrática desde que son infantes, esto quiere decir, fomentar un espacio seguro en el que tu hija/o se pueda expresar y, en caso de actuar mal, se le corrija tanto amorosa como respetuosamente. Recuerda que ambos extremos, demasiado estricto o demasiado laxo, no son saludables para su desarrollo. Esto no es garantía de que como adolescente no te faltará al respeto, mas su grado de rebeldía puede o ser menor o más fácil de controlar.
- Ser maduro
Es un hecho que las faltas de respeto te van a dañar y molestar bastante, sin embargo, es necesario que como figura materna o paterna mantengas la calma, puesto que si reaccionas violentamente le haces creer que su actitud es legítima. Además, los hijos imitan lo que ven, aún más si se trata de los padres, entonces, ¿con qué autoridad la/lo corriges si tú misma/o tienes conductas agresivas?; esto significa que durante una discusión debes evitar amenazar, insultar o gritar.
- Alejarte si es necesario
Si sientes que estás a punto de perder el control, te recomendamos alejarte, pues la situación puede tornarse incontrolable si tú no logras manejarla de manera sensata. Recuerda que no es una batalla, sino la educación de un ser humano que debe aprender a desenvolverse de la mejor forma posible en sociedad, es por eso que debes ser cuidadosa/o a la hora de actuar.
- Retomar la conversación después
Esto va de la mano con el punto anterior, si te alejaste para no empeorar las cosas, es importante retomar el tema una vez estén más tranquilos, porque es indispensable hacerle ver a tu adolescente que sus acciones y/o palabras no fueron correctas. Los límites son fundamentales, si no hay consecuencias y/o una plática posterior para analizar la situación, creerá que no hizo nada malo o que ese comportamiento está bien o que es normal. Tener una plática sincera sobre lo que sucedió contribuye a mejorar su comportamiento, a comprender mejor lo que hizo mal, a ser más empática/o contigo y con las personas, en general.
- Sé una madre/padre presente
Como ya mencionamos, esta es una etapa de transición compleja, por lo que es primordial que tu hija/o sepa que la/lo escucharás, orientarás, en fin, que estarás ahí si lo necesita. No obstante, esto debes hacerlo desde que es pequeña/o, pues la confianza no se construye de un día a otro, sino que se construye a lo largo de los años.
- Busca ayuda profesional
Si no puedes manejar más esta etapa, si crees que ya no es normal o simplemente ya no sabes qué hacer, está bien buscar ayuda profesional, ya sea para orientarte o para atender a tu adolescente. Lo importante es actuar para que no se vuelva un problema mayor.
Recuerda que una de las razones, y la principal, por la que tu hija/o se desquita contigo es porque sabe que tu amor es incondicional, empero esto no significa que debas tolerarlo o dejarlo pasar, es prioritario marcar límites, educarla/o para que se vuelva un adulto capaz de gestionar adecuadamente sus emociones.
Fuentes:
https://clubdemalasmadres.com/claves-frente-faltas-respeto-adolescencia/
Mujeres y Familia 