¡Mi amores!

Eso de que la educación comienza en casa no podría ser más cierto. Nosotras (y nuestro núcleo familiar) somos las responsables de comenzar con la formación de valores en nuestros pequeños, quienes son como una esponja y absorben totalmente todo a lo que están expuestos.

Por eso quiero hablarles hoy del machismo, hermosas. No es secreto que en la actualidad estamos viviendo una lucha contra esta actitud social, las mujeres hemos buscado desde hace décadas una igualdad ante el género masculino, que se respeten nuestros derechos y se nos considere con el mismo valor que a ellos.

El movimiento feminista ha ganado un gran peso en estos días y no se trata de que “esté de moda” o “en tendencia”, todo es sobre tener una mayor conciencia social.

¿Qué pasa cuando en nuestro hogar no le inculcamos eso a nuestros pequeños?

Mis amores, hay acciones que por más pequeñas que las consideremos, terminan definiendo aspectos en la personalidad de nuestros niños. Es cierto eso de que cada cabeza es un mundo, pero dentro de todos esos ideales, tenemos que eliminar el estigma de los juegos de rol.

Nada de que “la mujer tiene que servir al hombre” o “eso no es para las niñas”, pues desde ahí se comienza con esa deformación entre lo que es o no correcto para nuestros niños.

Pasa en ocasiones que una madre no sabe cómo tratar a sus hijos cuando tiene un niño y una niña, y empieza con acciones como “hija, ve y sírvele a tu hermano”, incluso con las diferencias entre juegos “de niño” y “de niña”, sin embargo, también hay casos en los que el hecho de tener a la “parejita” les facilita las cosas, el no diferenciar y también tratarlos como iguales.

Ante los ojos de una madre los hijos son iguales, ¿por qué no hacerles ver que es exactamente igual para todo el mundo?

¿Cuántas de nosotras hemos sido testigo de relaciones tóxicas en las que la mujer es violentada al grado de sentir que no merece el respeto de su pareja o termina actuando con total sumisión? Esto es un claro ejemplo de lo que sucede cuando en casa no le enseñamos a nuestras hijas que tienen un valor igual al de los miembros masculinos.

México ya es un país machista, mis amores. ¿Por qué no hacer la diferencia?

Estas son algunas acciones con las que podemos erradicar el machismo en casa.

-Enseñar a nuestros hijos varones a colaborar con los labores del hogar (lavar su plato, asear la casa, etc.)

-Cuando veamos un acto de machismo en la vida cotidiana, explicarle a nuestros niños que está mal y por qué.

-Explicarle a nuestras niñas qué actitudes ejecutadas en su contra no pueden permitir.

-Sobre todo, explicarle a nuestros hijos (niños y niñas) que el valor del género masculino y femenino es el mism, por lo que deben respetarse mutuamente.

¿Ustedes qué otras medidas toman, mis amores, para erradicar el machismo desde sus hogares?

@EsElMundoDeYola